La historia que os voy a contar hoy es más bien un cuento de hadas, con final feliz, muy feliz. La música puede hacer milagros y cada vez está más demostrado.
Todo comenzó hace unos meses, cuando Charlotte, una niña inglesa de 9 años, se sentía muy mal y fue al médico, donde le diagnosticaron una grave hemorragia cerebral. Los médicos decidieron parar la hemorragia con una doble operación y tras las cuales la niña quedó en coma. Los médicos le dijeron a la madre que ese estado podría ser irreversible y que se despidiera de ella. Cuando la madre se dirigía al hospital, escuchó en la radio Rolling In The Deep, canción que cantaban juntas y se la cantó a su hija. La sorpresa de todos fue que la niña reaccionó y sonrió. "Desde aquel día mi hija empezó a sentirse mejor", asegura la madre para un diario británico.
Al cabo de dos meses de dedicación junto a su madre, y de canciones de Adele, la niña hoy se ha recuperado prácticamente del todo, puede caminar, hablar e incluso puede ir a la escuela. ¿debemos agradecérselo a Adele? Probablemente, pero sobre todo quien ha curado a esta niña ha sido el amor de madre.
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