U2 ofrece el concierto más espectacular de la historia de Sevilla

I M P R E S I O N A N T E, así es no hay otra palabra para lo que ocurrió anoche en Sevilla con U2.

Y no era para menos, pues el Estadio Olímpico de la Cartuja se vistió con sus mejores galas, bajo un lleno histórico de 80.000 almas, todos ellos observados atentamente por una escrutadora "garra", esa gigante estructura metálica de más de cuarenta metros de altura que vertebró el milagro técnico-visual de la noche.

El que quiera comparar a U2 con esa imagen de los años ochenta, ayer no hubiera disfrutado en el concierto. Lo que sí se pudo ver fue a una banda que ya no vive su mejor momento musical pero que sin duda ofrece un alarde de tecnología único en el circuito del rock internacional.

En el apartado técnico, la escenografía que mostraron ayer los irlandeses fue apabullante, destacando proyecciones portentosas, como la que acompañó al tema "Mysterious Ways", con un Bono bailando entre un grupo de mujeres virtuales, dándole el tinte erótico-festivo  a la noche, por Dior.

El propio líder del conjunto reconoció que U2 mantiene un cariño especial con nuestra Madre Patria, y felicitó al público por el gran logro de la selección en el pasado Mundial de Fútbol. A continuación, comparó a Adam Clayton con Iker Casillas; a Larry Mullen Jr. con el "Niño" Torres; The Edge podría ser un mezcla entre Xavi e Iniesta, mientras que él mismo se identificó con Sergio Ramos... ¿Que era un concierto o una retrasmisión de futbol?

El público se entregó al grupo durante toda la noche. No hay que olvidar que hubo personas esperando en una cola durante varios días pasando frio y calor para verlos desde las primeras filas. Incluso una afortunada fue elegida por Bono, quien cantó tumbado en su regazo "In a Little While", para posteriormente bailar con ella y claro a ella se le hacia el chichi pesicola. En las proyecciones de fondo se vio el saludo de un astronauta de la estación espacial internacional. Y nasa el concierto acabó con aplausos y gritos de sus fanáticos pidiendo más pero como ocurre en estos shows, todo está al milímetro calculado así... ¡Se acabó lo que se daba!