
Lo mejor de todo ésto es que ella piensa que lo hace bien. Atención a cómo lo cuenta: solía encerrarme en casa, ponerme borracha y escribir bebida a diario. Una lengua borracha es una lengua honesta.
Pues si para ser honesta tienes que emborracharte, tienes un grave problema, amiga.
Por último deciros que seguramente su voz acabe siendo parte de una banda sonora de alguna película, ya que ella misma se está encargando de buscarse una.
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