Una de Kyle y otra de arena

Kylie Minogue es una de esas artistas que llega justita al metro cincuenta, que tan pronto te da una alegría tremenda, como que te hace llevarte las manos a la cabeza. Hoy tenemos dos ejemplos clarísimos. Empezaremos por la alegría, que para eso es viernes y estoy de vuelta.

El otro día Kylie se levantó, se calzó unos taconazos, se puso su maquillaje bueno, se vistió de blanco y se fue a pasear por las calles de Londres, que elegante ella por Dior. Y mira, que pasó por delante de la BBC Radio y dijo "ay, mari, que me entro y me hago unos temitas". Y así fue. Hizo un miniconcierto acústico precioso. Demostró lo bien que canta y como casi cualquiera de sus canciones son ya clásicos en los iPods del mundo.

Que si "In my arms" por aquí, que si "Can’t get you out of my head" por allá y como estamos de promoción, pues también "Better than today", que promete ser otro de esos temas que saldrá de las listas tan rápido como entró. Pero a mi sinceramente me gusta.

Y luego Kylie, que tiene un bonobus, pero eso sí de avión, se fue a Nueva York. Porque ha sido Acción de Gracias y ella es muy agradecida. Kylie se ha subido a un pato gigante de la cabalgata de Acción de Gracias y ha hecho uno de los playbacks más aburridos de la historia. Llevando una especie de gorro de lana que habrá tricotado ella misma y unos anillos donde se debe pillar la TDT y todo. Y allí está ella cantando (en playback) su anterior single "Get outta my way". Con un efecto arrollador en el público: nadie se mueve, que pasa ¿Qué son figuritas del belén?

He visto el vídeo siete veces ya y creo que el público es de cartón piedra. En serio, sólo se mueven los niños (que no deben de tener ni idea de quién es Kylie) y la señora que los vigila. Me ha dado mucha pena. Yo creo que la cabalgata de Reyes de Sevilla, Kylie hubiera tenido más éxito, faltaria más ella ahí tirando caremelos y haciendo playback cantando, vamos un señor pelotazo.