El miércoles tuvo lugar la Vogue Fashion Week en Madrid a la que acudió la Creme de la Creme de nuestra sociedad y cómo no Marta Sánchez no se quiso perder la oportunidad.
Primero llegó ella, radienta y muy, muy diva. Con gafas de sol de noche a lo Lady Gaga, con unos andares de soy lo mejor y sin hablar con nadie, fue como se presentó a la prensa. Llegó, posó y se fue, sin ni siquiera saludar a nadie. Muy distinta fue Carmen Lomana, la que llevaba el mismo vestido que Marta y se lo tomó todo con mucho humor, saludando y hablando con todo el mundo. Dijo además que le hubiese encantado posar con Marta, ya que hay que reirse de estas cosas, y no enfadarse, pero no pudo ser. Además asegura que cuando ella se compró el vestido estrellado, de Dolce&Gabanna por cierto, le aseguraron que no se había vendido aún en nuestro país, pero Marta ya lo tenía.
¿A quien le queda mejor? Yo os digo una cosa, la elegancia de la Lomana no la tiene nadie, y su saber estar y simpatía tampoco. A ver si aprendemos un poco de tus mayores Marta, que pareces tú la abuela ñoñas, y Carmen la chiquilla simpática.
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